El uso de la planta de cannabis con fines terapéuticos tiene una historia milenaria. Sin embargo, recién en las últimas décadas más de 20 países y organismos como la OMS pusieron en marcha estrategias para facilitar los tratamientos. En los últimos seis años, en la Legislatura nacional y provincial se aprobaron leyes que permitieron avanzar en este sentido y, además, el laboratorio público santafesino comenzó a distribuir aceite de cannabis y a producir investigación para la producción a partir de cultivos desarrollados en la localidad de Monte Vera.
Como parte de todo este proceso, el Ministerio de Salud provincial realizó por primera vez una encuesta para conocer cuánto saben de cannabis medicinal los equipos de salud y a partir de marzo lanzará una capacitación para los trabajadores de hospitales y centros de salud. La idea es poder habilitar en cada uno de estos espacios dispositivos para la atención de los pacientes.
“Quisimos conocer las realidades de los equipos de salud en cuanto a la utilización, indicación, acompañamiento y demanda de pacientes en el uso de cannabis, realizar un diagnóstico del conocimiento que poseen sobre la normativa vigente y las vías formales de acceso a cannabis e identificar las temáticas de mayor interés que faciliten el diseño de futuras capacitaciones específicas”, explica Sofía Maiorana, integrante del equipo de trabajo de cannabis medicinal del Ministerio de Salud.
El relevamiento se realizó durante noviembre pasado. Unos 512 trabajadores de la salud, de 77 localidades de la provincia, respondieron en forma voluntaria a las 14 preguntas que indagaron sobre sus experiencias respecto a los tratamientos con cannabis.
Casi la mitad, el 46 %, de los encuestados fueron médicos, el 16 % fueron enfermeros y el 11 % fueron psicólogos. Ocho de cada diez se desempeña en el primer y segundo nivel de atención, es decir los centros de salud y hospitales de mediana complejidad y el 62 % trabaja en forma exclusiva en la salud pública.
Los hallazgos
La encuesta permitió sacar algunas conclusiones. Según se destaca en el informe final del trabajo, se observa un fuerte interés de los equipos de salud en incorporar conocimientos sobre cannabis medicinal. El 95 % de los consultados respondió afirmativamente cuando se les preguntó si les gustaría recibir una capacitación sobre este tema.
Pero además, se puso de manifiesto la existencia de una demanda por parte de los pacientes de los servicios que no siempre encuentra respuesta. “Es evidente que existe un desconocimiento de las vías de acceso a cannabis en la provincia de Santa Fe, lo que se interpreta como una de las principales dificultades para prescribir y acompañar, además de la falta de formación específica en el campo”, se destaca en las conclusiones del trabajo.
Aún así, advierte que la quinta parte de los médicos encuestados afirman realizar algún tipo de prácticas y/o intervención respecto del uso de cannabis en sus pacientes. “Las aplicaciones en la clínica, y en particular en el campo de la salud mental, representan un emergente de interés generalizado”, señala.
Punto por punto
Entre otros puntos, el 77 % de los encuestados afirmó haber recibido alguna vez una consulta sobre el uso de cannabis medicinal. De este grupo, la mitad indicó que recibe consultas “a veces o frecuentemente”.
Casi seis de cada diez médicos y odontólogos consultados contestó que no indica cannabis medicinal en su práctica aunque considera que podría ser útil en la terapéutica, seguido de un 24.1% que no indica y un 19.3% que afirmó que indicaba a sus pacientes este tratamiento.
Sólo dos de cada diez profesionales de la salud afirmó que realizaba seguimiento o acompañamiento de pacientes que se autoadministraban cannabis medicinal. Pero un 35% respondió que si bien no realiza acompañamiento, le gustaría realizarlo si tuviera más herramientas para el mismo.
La mayoría de los profesionales dijo que desconocía la procedencia del cannabis utilizado por sus pacientes. Entre quienes sí podían referir cuál era la vía de acceso a los preparados manifestaron que el acceso mediante cultivo controlado (autocultivo, cultivo solidario o a través de ONG) es la principal vía de abastecimiento conocido, con una fuerte presencia del mercado informal y un escaso porcentaje perteneciente al LIF o especialidades medicinales de laboratorios privados.
Sólo el 6 por ciento de los consultados, se había inscripto en el Registro del Programa de Cannabis (Reprocann), que facilita el acceso a los tratamientos en base a cannabis.
Un rol fundamental
El Reprocann es una base de datos nacional para registrar a las personas que cuenten con las condiciones para acceder a un cultivo controlado de la planta de cannabis, con fines de tratamiento medicinal, terapéutico o paliativo del dolor (ver aparte).
“La comunidad médica juega un rol central en esta política pública, dado que junto a los odontólogos son quienes se encuentran habilitados para realizar una indicación, más aún en un país donde utilizar cannabis aún se encuentra penado por la ley de drogas. Es por ello que apuntamos a la capacitación, para que puedan facilitar el acceso a una terapéutica posible y que el desconocimiento no sea un obstáculo”, señala Maiorana.
Por eso, además de la capacitación, desde la cartera sanitaria se impulsa la creación de dispositivos de atención específicos sobre cannabis medicinal donde los profesionales puedan incorporar a sus pacientes al registro. “Hasta el momento, este trámite no se realiza formalmente en los consultorios de los hospitales, por eso dentro de la capacitación se va a dar lugar como contenido a cuales son los pasos y especificidades para poder realizarlo”, dice Maiorana.
Para la profesional, más allá de la puesta en marcha de espacios particulares, “al ser una necesidad transversal, es necesario que todos los equipos estén capacitados para hacerlo”.
Un registro nacional para pacientes y cultivadores
El Reprocann es la base de datos nacional que procura mejorar el acceso, a las personas que tienen indicación médica, a un producto elaborado en base a cannabis (como especialidad medicinal, formulación magistral, o que se origine en un cultivo controlado de la planta de cannabis realizado por los pacientes para sí, por terceros, o por una red de pacientes asistidos por organizaciones no gubernamentales autorizadas).
Pueden acceder al registro aquellos pacientes con indicación médica de especialidad médica o formulación magistral, cuyo expendio se realiza en las farmacias autorizadas o pacientes con indicación médica que quieran obtener autorización para cultivo controlado.
Los datos suministrados revisten están protegidos por la normativa vigente y no se revela información relativa a la identidad.
0 comentarios