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Autorizaron la comercialización en todo el país del primer aceite de cannabis producido en Argentina

La ANMAT habilitó a la empresa pública de Jujuy, Cannava, a vender el aceite CBD10 más allá de la provincia, donde se distribuye desde hace dos años. Según adelantaron las autoridades de la compañía, antes de 2024 se podrá conseguir en todos los distritos

El CBD10, fabricado en Jujuy (Cristian Gastón Taylor)

La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) autorización días atrás la distribución y comercialización del primer aceite de cannabis medicinal de producción estatal, a cargo de la empresa pública Cannava, de la provincia de Jujuy. Según adelantó el presidente de la compañía, Gastón Morales, estiman que antes de fin de año el producto ya podrá conseguirse en las farmacias de todo el país.

Cualquier paciente que tenga la receta médica para cualquier patología podrá comprar el aceite CBD10 y no hace falta estar autorizado por el Ministerio de Salud de la Nación a través del Reprocann, el registro que habilita a usuarios medicinales a tener, cultivar y transportar flores o plantas de cannabis. El producto de Cannava se comercializa desde fines del 2021 en la provincia de Jujuy, además de su distribución gratuita a pacientes incorporados en un programa sanitario provincial.

El producto reúne los requisitos técnicos que contempla la normativa vigente”, consideraron las autoridades de ANMAT en la autorización, fechada el 26 de octubre pasado, y que “el establecimiento declarado demuestra aptitud para la elaboración del producto cuya autorización sanitaria se solicita”. De esta manera, el organismo público otorgó a la empresa pública jujeña la “Autorización Sanitaria del Producto vegetal a base de cannabis y sus derivados destinado al uso y aplicación en medicina humana”.

Se trata de un aceite compuesto por un único cannabinoide, el cannabidiol, que no es psicoactivo, también conocido como CBD. Es una de las dos moléculas “estrella” de la planta de marihuana, junto al THC, que sí genera efectos embriagadores. Ambos son utilizados para aplicaciones terapéuticas, de hecho Cannava ya fabrica un nuevo producto con una proporción equilibrada de ambas moléculas. De momento la utiliza para investigaciones médicas en asociación con la Universidad Austral y el Conicet, destinadas a pacientes con epilepsia refractaria, o en tratamientos oncológicos y de dolor crónico.

 

“Salió la resolución de ANMAT dándonos la autorización al Cannava CBD10 bajo la categoría de producto vegetal. Habilita para salir en farmacias de todo el país y para poder abastecer los sistemas públicos de salud de las provincias y de Nación, nos da la posibilidad de competir en las licitaciones”, explicó Morales a Infobae.

Cannava empezó el trámite de la autorización un año y medio atrás. Requirió, según explicó el presidente de la empresa, de muchas inspecciones y revisiones, con la complejidad de que, a diferencia de otras empresas que ya producen en el país, la jujeña arranca desde la germinación de la semilla, hasta la producción del aceite. “De la tierra al paciente”, suelen repetir como eslogan.

Esto le permite a Cannava poner en marcha el vínculo con los canales de distribución. Si bien no quiso estimar una fecha, Morales consideró que “antes de fin de año” se podrá comprar el CBD10 en farmacias. “Estamos listos para abastecer la demanda”, anunció. Si bien no trascendió cuál podría ser el precio, en las farmacias jujeñas el frasco cuesta 9.600 pesos.

El cultivo de la empresa, ubicado en una finca del Estado en la zona de El Pongo, cerca de Perico, contiene de momento un campo de 35 hectáreas, donde ya se realizaron dos cosechas. Y una decena de invernaderos. La producción se compone de un 80% de plantas cultivadas en exterior.

El último lunes la ministra de Salud nacional, Carla Vizzotti, visitó la empresa pública jujeña y destacó el valor de la “investigación pública con innovación, desarrollo”, que permite “la sustitución de importaciones y la posibilidad de exportación, siempre con una mirada de articulación pública privada, y el Estado cumpliendo el rol rector para poder lograrlo”.

Consideró que se derribaron mitos en torno a la planta y que eso “se dio por la convicción de muchísimas personas de la sociedad que se empoderó del insumo que le cambiaba la vida a sus familiares que estaban sufriendo, pero en un marco de inseguridad”, analizó.

”Ese camino permitió que la universidad pública, y equipos de salud encontraran un Estado que los escuchó y tuvo la valentía de poder ampliar el decreto reglamentario para expandir los proyectos, además de programas como el Reprocrann y el registro de productos medicinales”, completó.

La ministra adelantó que el Estado nacional trabaja para conseguir “las aprobaciones internacionales” para lograr la exportación del CBD10. Morales le adelantó a este medio el interés en Brasil, Japón, Europa y Australia y que se está “avanzando en las tratativas”.

Si bien el aceite se puede consumir para cualquier patología, la empresa, a través de un programa sanitario provincial, hace un seguimiento de 60 pacientes con epilepsia refractaria que acceden al aceite a través del hospital público de Perico, que le permite tener unas primeras estadísticas sobre los resultados. En un informe que abarca datos de entre octubre de 2021 y el mismo mes de este año, se refleja que el 26% de los pacientes dejaron de sufrir nuevas crisis de epilepsia, con una evolución en el tratamiento; el 51% redujo sus crisis en más de un 50%; y todos los pacientes reportaron mejoras de su calidad de vida.

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