El Congreso de los Diputados ha aprobado recientemente la creación de una comisión para analizar cómo se regula el cannabis medicinal en el resto de los países de nuestro entorno. Y es que, al parecer, España y Bélgica son los únicos en Europa occidental que aún no han iniciado un proceso regulatorio sobre el uso de estos productos.
“Es difícil de explicar por qué en España a día de hoy no se ha regulado el uso medicinal del cannabis, sobre todo si se tiene en cuenta que sí existen autorizaciones legales para cultivar y exportar cannabis y sus productos”, apunta el Dr. Jesús de Santiago, coordinador del Grupo de Interés en Cannabinoides de la Sociedad Española del Dolor. “Es un limbo legal que hace que estos productos que se fabrican en España terminen en otros países, y aquí no sean accesibles. Es un poco contradictoria la situación”, opina.
El problema de usar cannabis no regulado, apunta el experto, es que “uno no puede saber la concentración de THC que este puede llevar. Los que se utilizan para uso recreativo son híbridos que pueden llegar a tener una concentración del THC en torno al 30% o 40% que, en cerebros susceptibles, como el de los adolescentes, pueden dar episodios de esquizofrenia y psicosis. No tiene nada que ver con el cannabis medicinal”, aclara. El cannabis medicinal suele ser rico en CBD (cannabidiol) y con baja concentración de THC (tetrahidrocannabinol).
A pesar de que la opinión pública y médica a nivel internacional es cada vez más favorable, la investigación científica y clínica de los cannabinoides está todavía en sus inicios. “Llama la atención la falta de datos de calidad que respalden convincentemente la utilización del cannabis medicinal para el tratamiento del dolor. Por eso, las organizaciones internacionales aún no pueden recomendarlo. Ahora mismo solo hay evidencia científica, y baja, para el tratamiento del dolor neuropático”, expone el especialista, quien considera que hay que invertir en hacer estudios de mayor calidad, tal y como insta la Organización Mundial de la Salud. En cuanto a los análisis sobre sus efectos secundarios, de Santiago explica que la mayoría están realizados con cannabis recreativo, por lo que los resultados apuntan a dependencia de esta sustancia y daño neurológico: pérdida de memoria, de la atención, planitud emocional, retraso en la planificación…
¿A quién puede ayudar el cannabis medicinal?
Además de para tratar el dolor neuropático, los cannabinoides tienen diversas indicaciones medicinales en otros países:
– Prevenir las náuseas y vómitos por la quimioterapia en pacientes oncológicos
– Mejorar la espasticidad en pacientes con esclerosis múltiple
– Ayudar con problemas transitorios del sueño
– Favorecer el aumento del apetito y la ganancia de peso en pacientes con VIH
– Se han observado beneficios para pacientes con epilepsia refractaria
– Mejora los síntomas de la enfermedad inflamatoria intestinal
El experto de la Sociedad Española del Dolor propone que se concedan licencias a pacientes, como en otros países, para el uso del cannabis medicinal del tipo y la concentración pautadas por un médico, pero limitadas a un tiempo determinado, para que este especialista pueda hacer un seguimiento adecuado y ajustar las dosis..
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